La Rotisería Minimarket Inglesa se encontraba clausurada en la región porteña por no tener una patente comercial. El recinto ubicado en la esquina de Pedro Montt con Francia permanecía cerrada desde el 10 de mayo del año pasado con toda su mercancía y alimentos adentro.

La mañana del viernes llegaron al lugar entidades de Carabineros y un receptor judicial.

Cuando abrieron el inmueble encontraron en mal estado, bebidas, congeladoras, mantenedoras, maquinaria y todo con residuos de ratón.

“Abrieron y tiraron todo para afuera, lo regalaron. La gente llegaba temprano en camionetas a llevarse cosas, dijeron que eran de regalo, las botaron, pero estaba todo con caca de ratón, era una asquerosidad, pero la gente hacía fila para sacar cosas”.

“Sacaron todo y la gente se lo empezó a llevar, el dueño de las cosas se dio cuenta que podía recuperar algo de plata si vendía, así es que me pidió que se las guardara y las va a venir a buscar, pero la gente ya se llevó la mayoría de las cosas. Estaba todo lleno de caca de ratón, pero no le importaba a nadie, sacaban las bebidas, los envases asquerosos y con las manos desprotegidas se las llevaban no más. Fue impresionante”.