- Víctor Araya, académico de la carrera Nutrición y Dietética de Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar, sugiere “respetar los cuatro tiempos de comidas principales” y aprovechar este periodo del año para disfrutar preparaciones caseras como cremas de verduras, legumbres, cazuelas y carbonadas.
El inicio de las vacaciones de invierno puede provocar un gran quiebre en la rutina diaria de la mayoría de los hogares chilenos. Que los niños y niñas ya no tengan que cumplir horarios, al menos por dos semanas, se transforma en una oportunidad para que dejen de realizar algunas actividades esenciales como ejercitarse y alimentarse adecuadamente. Frente a este escenario, Víctor Araya, académico de la carrera Nutrición y Dietética de Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar, entrega algunas recomendaciones.
“Que los niños permanezcan en un ambiente estructurado ha demostrado colaborar con los hábitos saludables. En ese sentido, la rutina de asistir al colegio aporta aspectos muy positivos a través de la actividad física definida en la semana, reducción del tiempo que pasan los escolares frente a las pantallas y, en algunos casos, incluso restringiendo el consumo de calorías, además de regular los horarios de sueño, protegiéndolos contra el desarrollo de obesidad”, comenta.
Considerando que los escolares estarán al menos dos semanas en casa, el académico de UST Viña del Mar señala que es importante cuidar los hábitos alimentarios, “principalmente tratando de respetar los cuatro tiempos de comidas principales (desayuno, almuerzo, once y cena), evitando pasar más de cuatro horas sin ingerir alimentos”. Además –advierte-, se debe recordar que las cantidades a consumir por los escolares no son las mismas que los adultos, “por lo que se debe tener especial cuidado al momento de porcionar las comidas”.
MOMENTO PARA LA COMIDA CASERA
Y si bien las vacaciones de invierno alteran la vida diaria de una familia, también representan una oportunidad para volver a disfrutar comidas caseras que, por falta de tiempo, cada vez están menos presentes en los hogares chilenos.
Así, Víctor Araya sugiere aprovechar las bajas temperaturas del invierno para preparar cremas de verduras como espinaca, zapallo, espárragos, zanahorias y brócoli, “las cuales destacan por sus aportes de betacaroteno (vitamina A), sustancia que estimula el sistema inmune y el aporte de minerales como el potasio y magnesio”. Además, propone utilizar legumbres “que si son acompañadas de cereales permiten tener un aporte adecuado de proteínas y fibra dietética. Esta última destaca por el aporte de fructooligosacáridos, los cuales son prebióticos que van a mantener las bacterias intestinales beneficiosas o microbiota intestinal, y fortalece nuestro sistema inmune. No se debe olvidar que el sistema inmune está compuesto además por proteínas”.
Por último, el docente de Nutrición y Dietética apunta a preparaciones como cazuela o carbonada, “las cuales son comidas completas en términos nutricionales dado que poseen aporte de proteínas derivadas de las carnes y, además, incluyen vegetales que aseguran aporte de vitaminas y minerales, y cereales como la papa que poseen una función energética para el organismo”.
Be the first to write a comment.