El reciento hospitalario Carlos Van Buren falleció una mujer mayor que fue golpeada y agredida sexualmente en su domicilio.

Los acontecimientos dieron origen alrededor de las 18.30 horas del pasado viernes, una mujer identificada como Luisa López de 58 años, llego hasta un domicilio en la calle Independencia de San Antonio, para visitar a su amiga de 84 años que vive sola en el inmueble.

Al llegar al lugar le extraño que la puerta estuviera abierta y al ingresar encontró un grande desorden, y  la anciana estaba tendida al costado de un sillón, con señales de haber sido golpeada en exl rostro, heridas en sus muñecas, y desprovista de su pantalón y ropa interior.

Solo una prenda de vestir cubría su espalda. Cuando su amiga se le acercó la mujer apenas musitaba palabras, desorientada decía groserías y lanzaba golpes con sus manos, como queriendo defenderse de un ataque.

La amiga de la octogenaria porteña alertó de lo acontecido a Carabineros de la Primera Comisaría, los que acudieron al lugar junto con el Samu, quienes trasladaron a la paciente hasta el hospital Claudio Vicuña, donde le diagnosticaron una hemorragia subaracnoidea con riesgo vital, por lo que se dispuso fuera trasladada hasta el hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, recinto donde pese a los esfuerzos médicos, falleció a las 05.45 horas de la madrugada a causa de una hemorragia subaracnoidea.

El informe preliminar del Servicio Médico Legal da cuenta que la anciana estaba “policontusa”, y que tuvo un “hematoma subaracnoidea post traumático y sospecha de abuso sexual”.

Ante los signos de que en el deceso de la anciana pudo haber participación de terceros, la fiscal de turno, Karina Franco, dispuso que la Brigada de Homicidios de San Antonio efectuara peritajes para determinar al o los autores del hecho.

Las pesquisas buscan establecer si la víctima sufrió robo de sus pertenencias en su hogar, lugar en el que se presume fue golpeada en la cabeza y si fue atacada o no sexualmente.

Trascendió que la vivienda donde fue hallada la mujer no tiene cámaras de seguridad que hayan registrado lo sucedido, por lo que los detectives tendrán que empadronar a vecinos y su entorno familiar y de amistades, para determinar las últimas horas de vida de la anciana.