Cerca de 6 meses en el Hospital de Peñablanca, pasó Patrick Piere, un hombre de 33 años de origen haitiano que ingesó con serias secuelas a raíz de una grave enfermedad neurológica que lo afectaba.
Durante este largo período, el hombre fue sometido a diversas terapias a cargo de un equipo multidisciplinario. Al principio se le veía triste, deprimido y sin entusiasmo, señalan sus terapeutas. Las secuelas de su enfermedad y el idioma eran las principales barreras.
“Estaba en un estado de incomunicación con el medio, con gran disminución de la movilidad y malnutrición, producto de su patología. Tenía más de un 50% de reducción de movilidad. Sin embargo, al comenzar su rehabilitación en el gimnasio, mejoró el ánimo, empezó una recuperación más rápida, el gimnasio le dio mayor autonomía en su movilidad”, detalló Jessica Zurita, enfermera del Hospital de Peñablanca.
Lentamente, Patrick comenzó a mejorar su estado de ánimo y las ganas de recuperarse y a relacionarse con los equipos de salud y también incluso con los otros pacientes.
“Cuando él llegó no se lograba comunicar, no se movía, estaba postrado en una cama y también nos costaba el tema del idioma (…) De a poco, él empezó a activarse, a tratar de comunicarse con el equipo de salud, también destacamos la labor de los técnicos paramédicos en sala, que están todo el día con ellos, las enfermeras, los auxiliares de servicio”, explicó Alfonsina Toso, kinesióloga del hospital a quien le tocó recibir al paciente.
En Chile, Patrick estaba solo, no tenía familia ni red de apoyo que lo ayudara o apoyara para comunicarse. A través de un facilitador intercultural del Servicio de Salud se logró establecer una mejor comunicación con el paciente, mejorando al mismo tiempo su proceso de recuperación.
No obstante, Patrick extrañaba a su familia y a su hijo. “Nos tocó el corazón al verlo tan solo, le traíamos cosas: zapatos, ropa para ayudarlo, nos encariñamos”, señala Alfonsina.
El Servicio de Salud y el hospital iniciaron los trámites para que lograra retornar con los suyos a petición del paciente, realizando todas las gestiones necesarias para el vuelo de regreso a casa.
Tania Olguín, de la subdirección de Gestión del Cuidado del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota agrega “inmediatamente realizamos coordinaciones con el área social del establecimiento para orientar en las vías de solución. Se realizaron gestiones con el encargado del Programa de Migración, para que el traslado se llevara a cabo con éxito”.
Hoy Patrick está en Haití junto a los suyos.
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