Es la hipótesis más clara que tiene el Ministerio Público sobre lo ocurrido el 21 de agosto del año pasado, cuando más de mil personas resultaron intoxicadas en Quintero por gases hasta ese momento desconocidos.

Según un reportaje publicado por la Radio BíoBío que accedió a la carpeta de investigación, la razón del evento tóxico sería la mala manipulación de una carga de Iranian Heavy, combustible de mala calidad y alta presencia de ácido sulfhídrico (H2S), como abono de una deuda que tenía la empresa de ese país con ENAP por 28 millones de dólares. Sin embargo, no menciona a otras empresas.

“Es una vergüenza ver cómo operan los ejecutivos de este país, quienes sabiendo la peligrosidad de este combustible siguieron igual con las operaciones”, dice Katta Alonso, fundadora del Movimiento Mujeres en Zona de Sacrificio Quintero.

Pero no todos concuerdan en la supuesta responsabilidad de ENAP en estos hechos. “Creo que la postura de la fiscal no es creíble porque así le bajan el perfil a las otras empresas que también contaminan, como Oxiquim. Es más fácil apuntar a una empresa estatal que a una privada”, asegura María Araya, presidenta del Consejo Comunal de Salud de Quintero.

“La información coincide un poco con lo que había dicho la Superintendencia del Medio Ambiente en un principio, entonces que se hayan demorado un año en la misma idea no es muy positivo. Además, después que pararon las operaciones se registraron otros episodios, entonces creo que hay otras empresas como Codelco Ventanas o AES Gener que también podrían estar involucradas”, comentó Andrés León, vocero de la Agrupación Dunas de Ritoque.

Iranian heavy

Un mes antes del episodio de la nube tóxica, un buque proveniente desde Irán llegó a Talcahuano para hacer el trasvasije de la carga a una embarcación menor, cuyo capitán reclamó por la peligrosidad de la operación, consignó.

De todas maneras se hizo y horas después, tuvo que ser evacuada una clínica y un mall por la cantidad de personas que empezaron a sentir malestares.

“El ácido sulfhídrico se va formando por efecto de la temperatura sobre el crudo, directo del yacimiento. Mientras más ácido sulfhídrico tenga, más caro es su procesamiento porque hay que eliminarlo y como es muy tóxico, hay costos asociados por problemas de manejo”, dice Manuel Bravo, académico del Instituto de Química de la PUCV.

Ante esta situación, efectivos de la Armada procedieron a fiscalizar la embarcación, no encontrando indicios de contaminación, por lo que el buque continuó su viaje hacia el norte.

Quintero

Según la investigación de la Fiscalía, los ejecutivos sabían sobre la peligrosidad de la carga que se dirigía hacia Quintero, pero no se informó de manera oficial a los operarios que tendrían que manejar esta carga.

“Nosotros confiamos en la investigación, porque finalmente se están aclarando los hechos, es una tristeza porque es una empresa estatal que está actuando de manera irresponsable”, asegura Katta Alonso.

ENAP habría recurrido a la empresa Baker & Hughes para disminuir los niveles de H2S. Sin embargo, en vez de tratarlo directamente como en Talcahuano, en Quintero se dejó el crudo en tres estanques a la intemperie. Con el calor del sol comenzó a evaporarse y a dispersarse hacia la población.

La doctora Cecilia Rivera, académica de la Facultad de Ciencias Exactas de la UPLA, ha tenido experiencias de primera mano con el ácido sulfhídrico cuando acudió a medir su efectos luego del conocido naufragio del buque salmonero “Seikongen” frente a las costas de Chonchi el año pasado.

“Es tan tóxico que tuvimos que usar trajes de buzo y respirar oxigeno para poder hacer nuestro trabajo porque no puede tener contacto directo. En ese caso, el tratamiento consistió en agregar lentamente oxígeno al interior de los estanques y liberar el gas poco a poco”, explica.

Los expertos coinciden en que el mal manejo de este ácido es potencialmente peligroso si no se toman las medidas necesarias.

“Dependiendo del contenido de ácido sulfhídrico hay que tomar más o menos medidas de control para evitar la exposición de los trabajadores”, asegura Bravo.

“Primero se dijo que era CO2, pero es difícil que genere esa reacción registrada en Quintero. Sin embargo, el ácido sulfhídrico provoca esos malestares respiratorios que coinciden con lo ocurrido en aquella ocasión”, afirma Rivera.

Una investigación que continúa por parte del Ministerio Público y que hasta el momento no tiene formalizados.

Declaración de Enap

La Empresa Nacional del Petróleo criticó la filtración de antecedentes y aseguró a través de una declaración que “los antecedentes publicados son, además, parciales y sesgados, no dando cuenta del contenido completo de la carpeta investigativa”. Además, negaron ser los causantes de los episodios de contaminación tanto en Talcahuano como en Quintero. “Lo dejan en evidencia los más de 1300 casos de personas afectadas después de haber sido detenidas las operaciones de ENAP sindicadas como el origen de los episodios”.