En el kilómetro 3 del camino al Faro una vivienda está en llamas. Un vecino da el aviso y rápidamente se coordina el envío de un equipo de emergencia.
Llegan con sus uniformes, sus cascos, reservas de agua y mangueras a contener la propagación del fuego, ya que la casa se encuentra en medio de un bosque de eucaliptus.
Pero no son voluntarios de Bomberos, sino una brigada forestal que se conformó hace tres años para ser la primera respuesta a este tipo de incidentes en el sector. Sus uniformes y sus cascos son de color naranjo y además cuentan con baldes y palas para aislar las llamas.
Mucho tiempo después que ellos llega el primer carro de Bomberos desde Valparaíso. “Nosotros sabemos en el lugar que vivimos y al haber un incendio todo Laguna Verde está en peligro”, dice Vivian Matamala, una de las brigadistas.
Al llegar los bomberos, los vecinos de la brigada forestal empiezan a guardar sus mangueras e implementos para no interferir con el trabajo de los voluntarios. Su labor en la emergencia ya ha terminado.
Son en total 15 personas entre brigadistas activos y cooperadores que ayudan a financiar la acción de la brigada.
“Nos comunicamos por WhatsApp y también contamos con radio para estar en contacto con Bomberos, Conaf y la Onemi. La camioneta que tiene dos tambores de 200 litros de agua está instalada en el kilómetro uno del camino y hay un grupo de brigadistas que cuenta con una copia de las llaves. Cuando se produce una emergencia, el que está más cerca se la lleva”, explica Jaime Muñoz, integrante de la brigada forestal de Laguna Verde.
Pero además de los vecinos, existe una colaboración con los vendedores de agua, como Cristián Farías, quien acudió al incendio del inmueble para apoyar con la contención.
“Nosotros sabemos que es importante y estamos todos coordinados. Hay varios estanques instalados que nos sirven para abastecernos”, dice Farías, recalcando que en el sector no cuentan con una red de agua potable.
Siendo la falta de agua uno de los principales problemas en Laguna Verde, extinguir las llamas antes que se propaguen es una de las grandes preocupaciones de quienes viven en este sector.
Pero además la brigada está capacitada para otras emergencias. “Hicimos un diplomado en rescate vehicular además de un curso para combatir el fuego, pero hemos tenido muchos casos de adultos mayores perdidos, donde hemos tenido que salir a cooperar en su búsqueda”, cuenta Jaime Muñoz.
Los brigadistas aseguran que tienen buena relación con los Bomberos cuando se produce una emergencia, pero les gustaría poder conversar con sus autoridades para coordinarse mejor. “La Décimo Sexta está en Laguna Verde, pero hemos visto a muchos chicos de acá ponerse su uniforme y hacer dedo porque no hay cuartelero de guardia que pueda manejar el carro”, asegura Muñoz.
Según sus estadísticas, desde su formación la brigada forestal ha participado en 74 emergencias, tanto estructurales como forestales.
“A veces tenemos que salir a limosnear para poder comprar implementos, pero cada uno tiene su función. Tenemos personalidad jurídica y un directorio vigente, pero nos faltan recursos”, comenta Muñoz.
Dos de esos recursos necesarios serían un container para poder guardar sus implementos, ya que actualmente dependen de la generosidad de un vecino que les presta su patio.
El segundo deseo de estos vecinos brigadistas es un dron.
“Sería ideal para cuando tenemos que buscar a los adultos mayores perdidos y para los incendios forestales, ya que hay zonas muy complicadas”.
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