Había salido a trabajar media hora antes, pues cada día recogía a unos clientes a las 4:20 de la mañana. Cuando comenzaba a dar sus primeras vueltas en recorrido, su vehículo fue colisionado en la intersección de las calles Viana con Traslaviña, falleciendo en el lugar.

A los 38 años, Mauricio Espíndola Romero, murió tras ser atendido sin éxito por el Samu, dada su extrema gravedad producto del impacto que dio de lleno en el lado del conductor. El otro implicado, quien extraoficialmente no habría respetado la luz roja, fue trasladado al hospital Gustavo Fricke, siendo dado de alta en horas de la tarde de ayer. Se trata de un hombre de 28 años, quien según datos preliminares sería conductor de una plataforma móvil y se trasladaba por calle Viana con dirección hacia Valparaíso.

Carabineros y Samu

Desde Carabineros se informó que a las 05:00 horas, personal realiza un patrullaje por Avenida Viana con calle Traslaviña observando que se mantenían dos vehículos livianos colisionados entre sí en el lugar.

Efectivos policiales añaden que tras acercarse al primer vehículo, se observa al conductor inconsciente y por tal motivo es asistido por personal SAMU en el sitio practicando reanimación.

Personal del Samu confirma que Espíndola se encuentra con lesiones de carácter grave con riesgo vital. El conductor del otro vehículo mantiene lesiones de carácter leve y se constata que ambos conductores conducían en normal estado de intemperancia. Pese a las acciones de reanimación por parte del personal SAMU, el ciudadano de 38 años de edad, fallece en el lugar a raíz de la gravedad de sus lesiones.

Esforzado padre consignó que al lugar del accidente llegaron compañeros de trabajo de Mauricio, quienes lamentaron la pérdida de su colega que se desempeñó por 6 años como conductor de la línea 34.

En la garita ubicada en el paradero 5 de Las Achupallas, la tristeza era generalizada. Sus 23 socios, propietarios y choferes, adelantaron que le brindarán una linda despedida a un excelente padre, que deja a dos niñas de 7 y 9 años y a su esposa, a quien suplía en el cuidado de sus hijas cuando ella salía a estudiar por la tarde.

“Él vivía en Miraflores y además de dejar a sus dos hijas, era hijo único. Imagínese como está su familia”, sostiene Dante Larrondo, presidente del Sindicato de Trabajadores de la línea 34 donde se desempeñaba el fallecido.

“Todos los días él recibía el auto a las 04.20 horas porque tenía unos clientes que transportaba a primera hora. A nosotros nos dijo Carabineros que habían visto las cámaras y nuestro compañero había pasado bien el semáforo y fue el otro vehículo quien no respetó la luz y chocó a Mauricio”, confesó el dirigente, quien además describió al hombre como un excelente padre, muy responsable, pues salía de madrugada para relevar a su esposa, quien estudiaba por las tardes, quedándose él al cuidado de sus dos hijas menores.