Fuente: Meganoticias

Se sabe que los perros tienen hasta 100 veces más sensibilidad en sus oídos que los humanos, por lo que esto nos dará una idea de la agudeza con la que pueden escuchar el mundo a su alrededor. Indica la nota de Meganoticias.

Con solo imaginar lo que la explosión de un artefacto de pirotecnia impacta en los animales podemos comprender por qué se asustan tanto. Tal como le ocurrió a Magui, un perra bóxer que murió en Argentina por un ataque cardíaco por el susto a los fuegos artificiales.

¿Qué podemos hacer?

Los animales domésticos y las aves sufren horrores con la pirotecnia. Perros y gatos sufren ataques de pánico, se esconden, sufren de taquicardia y algunos pueden morir, literalmente, del susto.

Las aves enjauladas también corren el mismo peligro, incluso las que están libres, porque se desorientan y acaban estrellándose, todo por culpa de estas detonaciones.

En el caso de los perros, se recomiendan varias acciones:

  1. Ubicar un espacio de la casa donde se sienta seguro y se sienta el menor ruido posible.
  2. Dependiendo del grado de pánico que sufra, una revisión con el veterinario podría arrojar la indicación de ansiolíticos.
  3. El agua de lechuga, la valeriana y la pasiflora (flor) pueden servir de alternativa natural a los ansiolíticos recetados.
  4. Como terapia, se pueden colocar en la televisión videos con fuegos artificiales para que la mascota empiece a reconocer estos sonidos fuera de las fechas en las que se escuchan en la calle.

Estos videos se podrían colocar a distinto volumen solo para que ellos establezcan una asociación que los acostumbre un poco, pero sabemos que los decibeles de una explosión real serán más elevados y causarán un efecto. Señala la nota de Meganoticias.

Un vendaje relajante

El llamado método de Tellington fue desarrollado por Linda Tellington inicialmente para caballos, pero funciona para otros animales con el fin de disminuir el estrés.

La técnica consiste en colocar un vendaje de tela alrededor del pecho, espalda y cuello. Esto aliviará la tensión, ansiedad y la irritabilidad ante lo desconocido.