El explosivo aumento del comercio electrónico tras la pandemia ha traído consigo consecuencias negativas para la recaudación tributaria, en momentos en que se discute el Pacto Fiscal y el gobierno busca mejorar los mecanismos contra la evasión y elusión impositiva. Es el caso del ingreso de productos e-commerce desde el exterior que entran por Vía Postal, administrada por Correos de Chile y que tienen requisitos de entrada muy distintos a la internación Vía Courier, a cargo de empresas privadas de envíos.
Hoy aproximadamente el 50% de los productos que ingresan a Chile lo hacen por Vía Postal, que funciona sobre la base a la Unión Postal Universal (UPU). Son dos millones de paquetes al mes de los cuales el 30% debería pagar impuestos. Sin embargo, por la débil fiscalización que realiza Correos de Chile, estos productos debiendo hacerlo, no pagan aranceles ni impuestos. “Con el pago del 6% del arancel aduanero que paga todo producto sobre los USD 41 y el 19% de IVA se deberían recaudar del orden de US$100 millones de impuestos al año, cifra que actualmente no supera US$ 1 millón”, comenta una fuente de Aduanas que prefiere el anonimato.
El tema fue tocado en extenso el viernes pasado en Mesa Central de Tele13 Radio. Según la periodista Paula Comandari. “El Ministerio de Hacienda ya esta atento al tema”.
Revísalo acá:
La principal explicación está en que el proceso de control de la Vía Postal quedó obsoleto ante el gran volumen de piezas que hoy se deben revisar. Los equipos de fiscalización de Aduanas y Correos no dan abasto y además, al no existir un manifiesto anticipado como se les exige a las importaciones que ingresan Vía Courier, el único punto de control es el escáner, lo que hace muy difícil para el personal identificar los envíos en detalle. De hecho, dado el explosivo aumento de importaciones hoy sólo puede fiscalizarse cerca del 1% de los paquetes Vía Postal.
https://www.correos.cl/proceso-de-internaci%C3%B3n-e-impuestos
En cambio, las empresas de Envíos de Entrega Rápida o Courier funcionan en base a exigencias aduaneras, primero a través de un manifiesto anticipado detallado que se debe informar a Aduanas y al SAG antes que el avión con la carga llegue a Chile. Así, se fiscaliza esta mercadería y luego la empresa Courier deberá recibir, procesar y separar la mercadería de acuerdo a los criterios indicados por estos dos agentes (con o sin pago de impuestos, inspección fitosanitaria, prohibición de ingreso, entre otros) quienes después deberán revisar física y documentalmente la mercadería, pasar por el escáner y aprobar finalmente su internación al país.
Una realidad distinta a la del formulario de encomienda postal que no exige nada de esto: solo se pide la información a los envíos que en el proceso de revisión de escáner se detecte que debe pagar impuestos. Al no exigir manifiesto anticipado, el producto sólo viene con datos en la etiqueta con el nombre del destinatario, dirección, Rut, contenido y valor. En la práctica, una exigencia mucho menor y segura a la del ingreso vía Courier.
Otro punto a considerar es que esta situación permite que esté entrando carga al país que no registra su contenido, valor ni a quién va dirigida y se desconoce qué contiene dejando un punto vulnerable a la Seguridad Nacional ante el ingreso de mercancías prohibidas, drogas o piezas o insumos de armamentos.
La solución para los actores del sector es simple: Se necesita sólo un ajuste a la normativa Aduanera para que iguale los requisitos a ambas vías o puertas de acceso de la carga e-commerce lo que en la práctica implica obligar a hacer un manifiesto anticipado y cumplir todos los requisitos asociados a los paquetes que ingresan vía Postal. Así Chile podrá identificar qué exactamente está entrando al país y su valor, lo que determinará los impuestos a pagar cuando corresponda, sean personas naturales o empresas.
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