Hasta el Tribunal de Garantía de Villa Alemana llegaron familiares del menor David Santibáñez Castillo, que dejó de existir a los 3 meses, producto de un accidente del vehículo donde viajaba junto a sus padres, hermanos y un tío, colisionado por el empresario Ricardo Jara Silva, técnico en construcción, quien quedó en prisión preventiva tras su control de detención ayer.

Los hechos son de película de terror. El martes por la noche, a las 22.34 horas, la familia Santibáñez Castillo, compuesta por Josué, el padre de 25 años, Katherine, la madre de 21 y los niños Josué (4), Isabella (2) y David (3 meses), viajaban desde Peñablanca a su domicilio en Villa Alemana. El auto, un Nissan Sunny patente GY 3300 iba por la pista lenta del Troncal Sur, conducido por José Miguel Pastén Urzúa, tío de los niños. A la altura del kilómetro 91, cercano a la salida de calle Maturana en Villa Alemana, un vehículo marca BMW modelo 401 placa patente LGDK 22, los colisionó por alcance a gran velocidad.

Testigos del accidente indicaron a carabineros que producto de esta colisión, el móvil familiar perdió el control e impactó contra la barrera de contención ubicada en el lugar, mientras que el responsable se dio a la fuga en dirección a Viña.

Producto del choque, 5 de los 6 ocupantes del vehículo resultaron lesionados y el lactante de 3 meses falleció de forma instantánea.

Tras dejar a la familia sin asistencia, Ricardo Jara siguió su camino (una de las placas patente de su vehículo quedó tirada en el pavimento) y tras abandonar la carretera en el sector de Marga Marga, ocasionó un segundo accidente.En este episodio, fue el propio conductor impactado quien persiguió al empresario y lo retuvo hasta la llegada de efectivos de la tenencia de El Belloto.

Este segundo accidente se produjo en calle Ovalle en dirección sur a norte, al llegar a la esquina Los Nardos y resultó afectado un auto marca Volkswagen Gol patente YN-6265 conducido por Luis Felipe Ravanales, quien de inmediato inició una persecución y a pesar de quedar con lesiones leves, logró apresar al prófugo chofer.

Efectivos policiales verificaron la placa patente del autor de la colisión y se percataron que era la misma del accidente del Troncal Sur, cuyo conductor se mantenía en evidente estado de ebriedad, con 1,68 g/l de alcohol en la sangre. Además su licencia de conducir había vencido en enero pasado.

El autor de la loca carrera por las dos colisiones con resultado de muerte y lesiones graves, pasó ayer por la mañana a control de detención, oportunidad en que el juez Ignacio Aldana lo dejó en prisión preventiva durante los 180 días que dure la investigación.

Hasta el Tribunal de Garantía llegó el padre del menor fallecido, Josué Santibáñez de 25 años, además del conductor del vehículo Nissan Sunny José Miguel Pastén, ambos con evidentes hematomas y múltiples golpes debido al accidente. Los dos fueron acompañados por un centenar de familiares y amigos, que pidieron justicia por el pequeño bebé, su madre y hermano, estos dos últimos con riesgo vital e internados en el hospital Gustavo Fricke.

Santibáñez llegó en estado de shock. Aún con la pulsera de identificación del hospital Gustavo Fricke, el joven reponedor del supermercado Líder firmó por adelantado su alta médica para estar presente en el control de detención.

Tranquilo, pero a ratos sollozando, el jefe de familia destacó que quería asegurarse de que el culpable de la tragedia quedara tras las rejas.

“El tipo venía tan rápido detrás de nosotros que ni siquiera lo vimos. Cuando nos chocó ni siquiera sé cómo salí del vehículo y con la adrenalina me olvidé de mi dolor y quise asistir a mis bebés”, relató Josué, quien agregó que primero fue a ver a su guagua, la que estaba toda ensagrentada y sin vida.

“Mi señora quedó atrapada de la cintura para abajo y estuvo consciente mientras duró el rescate. Fue tremendo porque hubo que cortar el auto para poder sacar a Katherine y a mi otro hijo”, comentó el joven, quien con mucho dolor sostuvo que venían de una reunión familiar, pues su madre, que vivía en Los Andes, había viajado especialmente para conocer a su nieto más pequeño, que finalmente perdió la vida en el accidente.

“Temo que mi esposa no sobreviva, ya la han operado dos veces y deben ver su columna. En el mejor de los casos quedará sin poder caminar. Por eso estoy acá para asegurarme que el responsable quede en prisión y no porque tenga plata no se haga justicia”, prosiguió el afectado. “Es que ahora cuando llegó al Tribunal venía escoltado por carabineros y sonriendo… o sea dentro de su interior cree y piensa que no pagará por lo que hizo”, advierte con dolor Josué.

De los 3 niños la menos afectada fue la pequeña Isabella de 2 años. Ella venía atrás con su madre y hermanos, pero justo antes del impacto quiso pasarse hacia adelante para ir con su papá, decisión que le salvó la vida. En este caso el bebé venía con silla de retención, sin embargo por falta de espacio y por no tratarse del vehículo propio, sino que del familiar que conducía, los otros dos menores no contaban con la silla ni alzador.

José Miguel Pastén, el cuñado de Josué, quien iba manejando, confesó que no recuerda nada de la colisión.

“Habían tomado once en la casa y como yo tenía que ir a trabajar en la noche, me ofrecí a llevarlos a la casa. Íbamos por el Troncal Sur y vi un vehículo detrás que jamás pensé que se iba a acercar tanto. La verdad es que venía tan rápido que nos impactó y no sé si nos dimos vuelta o qué pasó, sólo recuerdo que quedamos metidos en los fierros. Fue horrible todo lo que pasó después, la guagüita muerta (….) ¿eso quien lo devuelve?. Nadie. El tipo tiene que pagar por lo que hizo, todos quedamos muy mal y la plata no arregla la tragedia”, relató entre lágrimas el tío de los niños y cuñado de Josué.

El bebé fue derivado hasta el Servicio Médico Legal y hoy sería entregado a la familia para ser sepultado, en tanto su madre y hermano recién ayer se iban a enterar de lo acontecido.

Durante el control de detención, el abogado defensor del empresario inmobiliario pidió que su representado no quedara en prisión preventiva, pues argumentó que no había peligro de fuga ni riesgo para la sociedad por poseer antecedentes intachables. En la sesión solicitó a cambio un pago de fianza por un monto de 5 millones de pesos, así como la fijación de domicilio en su lugar de trabajo: una empresa familiar.

Tras ser dictaminada la prisión preventiva, la defensa puede apelar ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso para revocar la medida cautelar. Incluso posee otras herramientas de apelación llegando hasta el Tribunal Constitucional para pedir que no se aplique esta norma especial de la Ley Emilia, que desde el 2014 eleva las penas sancionando con cárcel efectiva de al menos un año a quienes manejen en estado de ebriedad y generen lesiones gravísimas o la muerte en accidentes de tránsito.

“El imputado será juzgado por los delitos de manejo en estado de ebriedad, con resultado de muerte, manejo de ebriedad con resultado de lesiones graves y leves, además del incumplimiento de detener el auto y prestar ayuda.Este último delito tiene penas de entre 3 años y 1 día hasta 5 años, mientras que el manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte puede llegar a 10 años de cárcel, además la ley 18.216, establece imposibilidad de acceder a ninguna pena sustitutiva durante un año al inicio del cumplimiento de condena”, explicó María José Bowen, fiscal jefe de Villa Alemana.