Luchando por su vida en el hospital Van Buren, se encuentra un lactante que este fin de semana, de forma accidental, sufrió una grave caída de altura en su domicilio.
Pasadas las 16.00 horas del sábado, el menor T.T.F. de 9 meses, se hallaba al interior de un departamento en el segundo piso. Estaba al cuidado de su abuela materna, ya que la progenitora se encontraba en su trabajo en Quilpué.
Abuela y nieto permanecían en el dormitorio matrimonial, específicamente en la cama, donde ella lo alimentaba con una mamadera de leche. Cuando el pequeño terminó su biberón, y como está en proceso de dar sus primeros pasos, se incorporó sobre el colchón y buscó apoyarse en la pared, pero finalmente puso sus manos sobre la cortina de la ventana que estaba abierta, y se precipitó de cabeza hacia el primer nivel a un antejardín de cemento.
Su horrorizada abuela bajó las escaleras para ir socorrerlo junto al abuelo y un amigo. Le dieron primeros auxilios y gestionaron su traslado de forma particular al consultorio Quebrada Verde.
“Se veía mal, estaba con un gorrito que pudo amortiguar en algo la caída, y sangre en un ojito y la boca. En un momento dejó de llorar y se puso morado y se lo llevaron rápido al hospital”, relató Víctor Jara, residente del block.
El lactante fue derivado en ambulancia desde el consultorio hasta la Unidad de Emergencia Infantil del Carlos Van Buren, donde ingresó con un traumatismo cráneo encefálico (TEC) grave, fractura biparietal y hematoma subdural, que lo mantienen en un coma inducido (ventilación mecánica) y con riesgo vital en la UCI Pediátrica del mismo recinto.
Carabineros de la tenencia Cordillera acudió al sitio del suceso, y alertó del hecho al fiscal de turno, quien dispuso el caso fuera investigado por la PDI, específicamente la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística (Lacrim) regional.
El subcomisario de la BH, Walt Dapremont, sostuvo que tras las pericias realizadas en el sitio del suceso, entrevistas a familiares y testigos, se determinó que el lactante sufrió una caída desde una altura cercana a los 4 metros.
Para el oficial no hubo intervención de terceros ni tampoco negligencia o descuido familiar, y la situación obedeció a un desafortunado y lamentable accidente intradomiciliario.
“El niño nunca quedó solo, corroboramos con las pericias que siempre estuvo con la abuela”, acotó Dapremont.
Por este motivo la Fiscalía declinó citar a declarar a la abuela y menos llevarla ante la justicia. Se caratuló el hecho de lesiones graves en contexto de accidente intradomiciliario. Toda la familia del bebé esta muy shockeada con la tragedia, preocupada de que logre sobrevivir.
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