Jorge Aros es actualmente profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, pues sus grados doctorados en teología lo resumen como uno de los más indicados para la tarea. Sin embargo, hoy es protagonista de una de las crudas denuncias en contra del sacerdote Carlos Morales, quien en 1986 lo habría violado, tras tener una cerrada relación con su familia.

En una entrevista entregada a Radio Bío Bío, Aros relató que todo comenzó cuando se acercó a la parroquia Nuestra Señora de Andacollo de Valparaíso en el cerro Ramaditas. “Un amigo me invitó, porque yo quería hacer algo distinto a lo que hacía mi familia, algo diferente. No me gustaba la violencia, el estar tan encerrado, quería libertad (…) éramos una familia muy pobre, no teníamos gas, cocinábamos a leña, mi padre comenzó a trabajar desde los 15 años como peluquero”, narró Aros.

“El sacerdote Carlos Morales me acercó mucho más, me dejó entrar a la casa parroquial . Imaginen pasar de una situación pobre a poder llegar a tomar desayuno sin problemas, con jamón, queso, era fascinante. Mi familia se acercó, llegó un momento en que mi madre comenzó a trabajar con él y mi hermana chica es ahijada de él”, contextualizó, enfatizando en la enorme cercanía que el sacerdote tenía con él y su núcleo más cercano.

Sin embargo, todo cambió el invierno del año 1986, cuando Morales cayó enfermo y solicitó que Aros fuera a cuidarlo.

“Me violó una vez e intentó abusar de mí tres veces más durante la semana , yo no me iba porque me daba vergüenza volver a mi casa (…) creo que el ser pobre posibilitó el abuso, porque él sabía cómo manipularme”.

Como si esto fuera poco, Morales al otro día de cometer el abuso llamó a otro sacerdote, para que ambos se confesaran. “Llegó un amigo de él y me dijo ‘él nos va a confesar por lo de anoche’, eso yo lo dejé en todos mis testimonios”, expresó.

“Cuando lo conocí era muy cercano, después de todo esto, tras entrar el 87 al seminario, le dije a otro sacerdote – Jorge Del Piano, actualmente en Concepción- lo que me había pasado. Él habló con el obispo Francisco Borja Valenzuela, cuya resolución fue que yo me fuera del seminario (…) cuando salgo, hablo con Morales, el me dice ‘tu me acusaste, yo no puedo ayudarte nunca más’”, complementó.

Finalmente, Aros explicó que hay muchos miembros en la iglesia que señalan que ellos de víctimas pasaron a ser victimarios, por develar estas denuncias, no obstante el afirmó que “no me siento enemigo de la iglesia, los que hemos denunciado somos amigos de la iglesia.“