Eran las 21.00 horas del viernes 10 de mayo cuando una ejecutiva viajaba junto a su esposo y su hija de 19 años de regreso a Concón. Se detuvieron en el semáforo de 18 Norte con Nueva Libertad cuando un niño se acercó al lado del copiloto para pedir dinero. Más allá unos chicos ofrecían limpiar el parabrisas a otros automovilistas.

En un principio, la mujer no accedió a la solicitud del menor, pero ante la insistencia de su hija quien le hizo ver que no era más que un niño, la mujer decidió bajar el vidrio y darle unas monedas.

“Fue entonces que todo pasó en segundos. Tres niños, porque eran niños, con sus rostros cubiertos y portando armas de fuego, comenzaron a golpear los vidrios y a punta de insultos nos decían que bajáramos del auto. Yo al principio quedé paralizada por unos segundos, no sabía qué hacer”, relató la ejecutiva, quien decidió bajar del auto, al igual que su hija y su esposo quien iba al volante.

Paralizados

La familia afectada se quedó en medio de la calzada ante la mirada atónita de otros conductores que si bien solidarizaron con ellos, nada hicieron por ayudarlos, excepto llamar a carabineros.

“Y es comprensible, nadie quiere ponerse en riesgo. Un tipo de un Uber fue muy amable y nos ayudó, pero se entiende la reacción de la gente, de mirar pero finalmente no hacer algo concreto”, añadió.

Los precoces asaltantes se llevaron el auto – una Hyundai Tucson – y traspasaron el bandejón central que separa las vías en la avenida Jorge Montt – recta Las Salinas – y por algunos metros avanzaron en contra del tránsito en dirección a Reñaca por las pistas que vienen hacia Viña del Mar.

Luego de chocar a un vehículo, viraron en dirección a Valparaíso donde tras colisionar aparentemente a alta velocidad, dejaron abandonado el vehículo en la avenida Errázuriz.

“No sé cómo saqué fuerzas para bajarme del auto (…) Fue en extremo fuerte emocionalmente porque el mayor temor que te da es que le pase algo a tu familia”, confidenció la afectada. G.L.J. hacía habitualmente la misma ruta de regreso a su casa y agrega que lo vivido fue tremendamente violento e inesperado.

“Jamás pensé que pudiera haber ocurrido esto en mi ciudad, una ciudad tranquila, jamás se me cruzó por la mente que pudiera pasar algo como esto a esa hora y en un lugar tan concurrido”, planteó la ejecutiva quien como aprendizaje dice que “lamentablemente hay que ser más desconfiado”.

Denuncia

La mujer junto a su esposo y su hija denunciaron lo ocurrido en la Primera Comisaría de Carabineros de Viña del Mar.

Si bien agradecen la atención y contención brindada por los uniformados, G.L.J. reconoció que hasta ahora no ha tenido información respecto del procedimiento a seguir.

“El auto apareció a las pocas horas todo chocado en la Av. Errázuriz, entendemos que nuestra denuncia debiera ir a la Fiscalía, no queremos dejar que esta causa se archive, creemos que es importante llegar hasta el fondo para que hechos como el que nos tocó vivir no vuelvan a repetirse en Viña del Mar”, planteó. Efectuadas las consultas en la Primera Comisaría no fue posible obtener respuesta a nuestro requerimiento.